Era pequeña,
vivía en un pueblo alejado de todo lujo de la ciudad, este pueblo estaba en
Cádiz (para ser más exactos El Puerto de Santa María) ahí tenia toda mi vida, amistades, padres (divorciados), estudios, casa, estaban mis animales, mi abuela, mis
tíos, mis primos, la familia en general. Recuerdo el día en el que paso todo, era un viernes (el 24 de diciembre de 2010), ese
finde semana me tocaba estar con mi padre, pero el se
negó a tenerme en su casa y tuvo una discusión muy fuerte con mi madre, ese día mi madre me
dio la noticia de que la
habían hablado de un pueblo llamado
Alpedrete en el que
había un
pisito muy mono que nos estaba esperando, yo me quede un poco preocupada no
entendía por que ese cambio repentino de aires, hasta que
porsupuesto a las 14h. la madre de una amiga
mía (mi mejor amiga) llamo a casa, lo
cogió mi madre y ella al parecer ya sabia la noticia
así que me paso el teléfono, recuerdo con exactitud sus palabras: "Hola Mónica cariño, ¿Qué tal el día?" no me dio tiempo a contestar "Veras te preguntaras por que quiero hablar contigo y no con tu mamá, pues a ver, es que le ha ocurrido algo a Silvia, ha tenido un accidente con su Papá en el coche cuando
volvían del
cole y me temo que no vas a volver a ver a mi hija" al principio no
entendía, mi mente se
había bloqueado, hasta que... me vino a la cabeza la imagen y un
flas entendí todo el significado de eso, en ese momento deje caer el teléfono al suelo (por suerte mi madre lo
cogió al aire), mire para abajo y vi la mano de mi madre sosteniendo el teléfono, me di la vuelta y
salí corriendo por la puerta de la calle, no
cogí nada, ni el abrigo no las llaves, nada. Fui corriendo al parque donde Silvia
solía jugar
después del
cole cuando su padre ya la
había traído de vuelta (Su colegio estaba en San Fernando, se encuentra a unos 24 Kilómetros del Puerto), cuando llegue al parque estaba
completamente vacio como si supiesen los columpios y el
tobogan la desgracia que
había ocurrido, todo estaba silencioso. Con un poco de valor fui a comprobar si era cierto y fijarme en los coches y recordar vagamente como era el coche del padre de ella (
Renual Laguna, gris), mira tres veces, en el aparcamiento y mire a lo largo de toda la calle por si acaso no
había tenido sitio para aparcar, pero... para mi sorpresa no estaba. En el momento de mi
comprobación,
sentí como alguien me
cogía de los hombre y me
dirigía a la acera, no la mire, la
reconocí, era mi madre. Ella se agacho para poderme mirar a los ojos, dos lágrimas (una en cada ojo) se
aventuraron a salir de mis ojos, para bajar mis mejillas sonrosadas por el frío, y sigilosamente acercarse a las comisuras de los labios, antes de que eso pasara mi madre me las seco.
No podía levantar la mirada del suelo, era superior a mis fuerzas, mi mente no se
creía la información que la
habían ofrecido. Mi madre me abrazo, no tuve fuerzas para devolverle el abrazo. Ella se levanto me
cogió embrazos y me llevo a mi casa, había dejado la puerta
abierta para salir
detras de mi, por si me pasaba algo. Entramos ella me dejo en mi cama me tumbo me quito los zapatos y me arropo, yo me puse cara a la pared y ella se
sentó a mi lado
abrio mi libro favorito y
empezó a
leérmelo, mi mente no se
podía centrar en el libro, ella estaba
difagando en la información adquirida en menos de una misera hora. Me quede dormida.
A la mañana siguiente mi cerebro
seguía recodando lo que
había pasado pero... me daba igual hice como si nada, era
sábado así que me levante me puse a ver la
tele y espere ansiosa la llamada de una persona, que ya no
iba a volver a llamar nunca más, para quedar. No la
recibí, mi madre intentaba sacarme una sonrisa, me puso
películas una
detrás de otra, se quedo conmigo, pero... nada ni un solo gesto, ni e agrado ni de desagrado.
Llego el día del entierro, no llore, no me lo creía, cuando todo el mundo se fue mi madre me dejo 5 minutos para estar asolas con mi mejor amiga, muerta,
decidí tumbarme en la tumba boca arriba mirando el cielo (Sabia que estaba
ahí observandome) y le
conté todo lo que
sentía, al fin mi alma
empezó a hacer algo que
tendría que haber hecho hace mucho, llore, me llené de rabia, di patadas... mi madre al ver el panorama bajo del coche y
volvió a buscarme.
Volvimos a casa.
Fin de año... no
sentía nada,
comí las
uvas desee buen año, y me fui a la cama, el 5 de Enero era el día que mi madre
había planeado para irnos a ese pueblo alejado de la mano de Dios. Ese día me puse a hacer la maleta, la hice la puse en el coche y mi madre lo guardo todo, partimos hacia ese pueblo.
Al cabo de 6 o 7 horas llegamos era pequeño, la entrada era entre campo y el piso estaba enfrente del cementerio y tenia colegios
también enfrente y un parque.
Salí del coche, mi madre
abrió la puerta, entramos los muebles ya estaban en la casa,
llevaban varios días. Busque mi cama y
plof me desplome encima. Lloré. Toda la vida que
había conocido hasta ese momento
había cambiado, la persona más importante de mi vida,
había sufrido un accidente mortal. Ya no tenia nada.
Acabaron las
estúpidas vacaciones fui a ese nuevo
cole, era horrible, todo el mundo se
conocía ya... yo era la rara.
Conseguí un grupo de amigos, los cuales fueron un gran
apollo, pero en unos años nos separamos llendo
mas o menos cada uno por un lado.
Paso un año más y mi vida (tras un golpe repentino en el cuello y la cabeza) finalizo.