Bienvenidos

Hola, me complace darte la bienvenida al haber entrado en mi blog.
Espero que te guste

17 feb 2011


Hoy llueve, por eso puede ser un día triste, frío, solo te entran ganas de meterte debajo de una manta y no salir hasta ver que los rayos del sol calientan de nuevo tu habitación, cuando sales a la calle lo único que quieres hacer es refugiarte debajo de algo calentito o volver a casa, eso por una parte; por otra parte lo que puedes hacer es ponerte unas botas de agua que no superen tus rodillas y salir a la calle, llena de valor, llevar un paraguas y que se rompa, porque súper malo, y ponerte la capucha, en un abrir y cerrar de ojos... meterte en un charco y mirarte los pies, secos, en esas botas negras, y pensar: "Jope que guay, el agua me supera el tobillo y tengo los pies completamente secos, y seguir adelante tentando a la suerte de que, en el barro, se te queden las botas hincadas y sea más o menos imposibles de sacar o que te escurras y como una estúpida caigas al agua empapándote y cegándote en todo, pero sabiendo eso, sigues adelante, dispuesta a todo, pensado que solo vas a parar cuando el agua supere la bota. Crees que eres Dios en un charco que te supera el tobillo y tu ahí seca... en vez de querer irte a casa quieres seguir ahí como si nada, seca, completamente seca, y corres y te ríes... hasta que vuelves a la realidad miras el cielo: gris; miras el suelo: empapado; te llevas las manos a la cabeza: está completamente empapada; te das cuenta que esas temblando pero con la emoción ni te habías pispado, y plaf! vuelves al día, gris, triste, húmedo, fríos y flas! vuelvas a la realidad... Adiós mundo de colores, Hola día de invierno, frío, gris... mojado.


Pero piensas, por lo menos durante un tiempo... te estabas muriendo de calor por el sol que resplandecía....

En los momentos malo, siempre tendrás un momento en el que digas: "A la mierda todo" y entro en el que digas: "Ostia y esa luz" busca esa luz, ella está deseando que la encuentres.

http://www.youtube.com/watch?v=oJ3AFzv44FY

13 feb 2011

La vida.

La vida, la vida te puede cambiar en menos de lo que crees....
Hace 1 min. pensabas que estabas sano. Después de 1min. tienes cáncer.
Ayer dormiste en tu cama, hoy en un tanatorio.
Hace una semana pensabas, lo más probable que esta semana iba a empezar de puta madre, tu semana empieza en un ataúd.
Seguro que habías pensado en irte a algún sitio en un puente cercano, me temo que todo ha acabado.
Ahora estoy sonriendo, ahora puedo estar llorando.
El ahora, es relativo, el ahora dura una micra de segundo.
Ahora vivo, ahora muero.
Ahora sonrío, ahora lloro.
Ahora asiento, ahora miro mal.
Ahora me crujo los dedos, ahora veo la tele.
Ahora bebo agua, ahora tengo sed.
Ahora estoy sola, ahora estoy rodeada.
Tantas cosas pueden cambiar en menos de 1 segundo.
La vida, la vida es cada segundo que vives, ¡Ten cuidado! acaba de pasar un segundo y a lo mejor lo has desaprovechado.

1 feb 2011

Cambios.

Era pequeña, vivía en un pueblo alejado de todo lujo de la ciudad, este pueblo estaba en Cádiz (para ser más exactos El Puerto de Santa María) ahí tenia toda mi vida, amistades, padres (divorciados), estudios, casa, estaban mis animales, mi abuela, mis tíos, mis primos, la familia en general. Recuerdo el día en el que paso todo, era un viernes (el 24 de diciembre de 2010), ese finde semana me tocaba estar con mi padre, pero el se negó a tenerme en su casa y tuvo una discusión muy fuerte con mi madre, ese día mi madre me dio la noticia de que la habían hablado de un pueblo llamado Alpedrete en el que había un pisito muy mono que nos estaba esperando, yo me quede un poco preocupada no entendía por que ese cambio repentino de aires, hasta que porsupuesto a las 14h. la madre de una amiga mía (mi mejor amiga) llamo a casa, lo cogió mi madre y ella al parecer ya sabia la noticia así que me paso el teléfono, recuerdo con exactitud sus palabras: "Hola Mónica cariño, ¿Qué tal el día?" no me dio tiempo a contestar "Veras te preguntaras por que quiero hablar contigo y no con tu mamá, pues a ver, es que le ha ocurrido algo a Silvia, ha tenido un accidente con su Papá en el coche cuando volvían del cole y me temo que no vas a volver a ver a mi hija" al principio no entendía, mi mente se había bloqueado, hasta que... me vino a la cabeza la imagen y un flas entendí todo el significado de eso, en ese momento deje caer el teléfono al suelo (por suerte mi madre lo cogió al aire), mire para abajo y vi la mano de mi madre sosteniendo el teléfono, me di la vuelta y salí corriendo por la puerta de la calle, no cogí nada, ni el abrigo no las llaves, nada. Fui corriendo al parque donde Silvia solía jugar después del cole cuando su padre ya la había traído de vuelta (Su colegio estaba en San Fernando, se encuentra a unos 24 Kilómetros del Puerto), cuando llegue al parque estaba completamente vacio como si supiesen los columpios y el tobogan la desgracia que había ocurrido, todo estaba silencioso. Con un poco de valor fui a comprobar si era cierto y fijarme en los coches y recordar vagamente como era el coche del padre de ella ( Renual Laguna, gris), mira tres veces, en el aparcamiento y mire a lo largo de toda la calle por si acaso no había tenido sitio para aparcar, pero... para mi sorpresa no estaba. En el momento de mi comprobación, sentí como alguien me cogía de los hombre y me dirigía a la acera, no la mire, la reconocí, era mi madre. Ella se agacho para poderme mirar a los ojos, dos lágrimas (una en cada ojo) se aventuraron a salir de mis ojos, para bajar mis mejillas sonrosadas por el frío, y sigilosamente acercarse a las comisuras de los labios, antes de que eso pasara mi madre me las seco.
No podía levantar la mirada del suelo, era superior a mis fuerzas, mi mente no se creía la información que la habían ofrecido. Mi madre me abrazo, no tuve fuerzas para devolverle el abrazo. Ella se levanto me cogió embrazos y me llevo a mi casa, había dejado la puerta abierta para salir detras de mi, por si me pasaba algo. Entramos ella me dejo en mi cama me tumbo me quito los zapatos y me arropo, yo me puse cara a la pared y ella se sentó a mi lado abrio mi libro favorito y empezó a leérmelo, mi mente no se podía centrar en el libro, ella estaba difagando en la información adquirida en menos de una misera hora. Me quede dormida.
A la mañana siguiente mi cerebro seguía recodando lo que había pasado pero... me daba igual hice como si nada, era sábado así que me levante me puse a ver la tele y espere ansiosa la llamada de una persona, que ya no iba a volver a llamar nunca más, para quedar. No la recibí, mi madre intentaba sacarme una sonrisa, me puso películas una detrás de otra, se quedo conmigo, pero... nada ni un solo gesto, ni e agrado ni de desagrado.
Llego el día del entierro, no llore, no me lo creía, cuando todo el mundo se fue mi madre me dejo 5 minutos para estar asolas con mi mejor amiga, muerta, decidí tumbarme en la tumba boca arriba mirando el cielo (Sabia que estaba ahí observandome) y le conté todo lo que sentía, al fin mi alma empezó a hacer algo que tendría que haber hecho hace mucho, llore, me llené de rabia, di patadas... mi madre al ver el panorama bajo del coche y volvió a buscarme.
Volvimos a casa.
Fin de año... no sentía nada, comí las uvas desee buen año, y me fui a la cama, el 5 de Enero era el día que mi madre había planeado para irnos a ese pueblo alejado de la mano de Dios. Ese día me puse a hacer la maleta, la hice la puse en el coche y mi madre lo guardo todo, partimos hacia ese pueblo.
Al cabo de 6 o 7 horas llegamos era pequeño, la entrada era entre campo y el piso estaba enfrente del cementerio y tenia colegios también enfrente y un parque. Salí del coche, mi madre abrió la puerta, entramos los muebles ya estaban en la casa, llevaban varios días. Busque mi cama y plof me desplome encima. Lloré. Toda la vida que había conocido hasta ese momento había cambiado, la persona más importante de mi vida, había sufrido un accidente mortal. Ya no tenia nada.
Acabaron las estúpidas vacaciones fui a ese nuevo cole, era horrible, todo el mundo se conocía ya... yo era la rara.
Conseguí un grupo de amigos, los cuales fueron un gran apollo, pero en unos años nos separamos llendo mas o menos cada uno por un lado.
Paso un año más y mi vida (tras un golpe repentino en el cuello y la cabeza) finalizo.

Miedos.

Hay veces que sin querer te sientes desprotegida, sola (estando rodada de miles de personas que me quieren), con mal estar. Entonces te empiezan a entrar los miedos: miedo a quedarte sola, miedo a perderlo todo, miedo a que las personas que te rodean no puedan sonreír, miedo a que todo acabe antes de darme cuenta de su principio.

Muchos al leer esto dirán: "Sera tonta si no esta sola", pues como respuesta digo que lo sé, es una sentimiento como otro cualquiera, lo que pasa es que sabiendo que estoy rodeada de gente buena y que me quiere me siento así, creo que es por que me acabo cerrando en mis pensamientos.

La figura negra

¡Me encanta el verano! Siempre voy al pueblo de mi padre y me junto con otros chavales que tampoco viven allí pero que vuelven todos los años. Pasamos los días en la piscina y las noches bebiendo y riendo. Solemos estar bebiendo y fumando todos los amigos en un claro que hay en un pinar cerca del pueblo. Mi padre me dice que no entremos allí..que no es un sitio adecuado para estar de noche...pero chulísimo, se está muy agusto, y además nunca hay nadie. No entiendía porque me daba esa advertencia hasta que una noche sucedió algo que nunca podré olvidar.

Estabamos allí de risas y hablando de nuestras cosas hasta que en un momento de la noche una amiga, Silvia, empezó a ponerse blanca. Gritaba temblando que en la oscuridad, entre los pinos, había alguién o algo...estaba quieto mirándola muy fijamente...Todos comenzamos a reir bromeando y le dijimos que dejara de beber. Ella no salía de su temor...ya no veía la figura pero estaba segura que no se la había imaginado. Varios nos ofrecimos a ir hasta el sitio para que se convenciera de que no había nada ni nadie.

Tras la comprobación a Silvia se le pasó el susto. Todos seguimos riendo y charlando cuando esta vez fui yo el que se sentía observado por alguién. Ese hombre...pálido mirándome fijamente...¡¡ERA VERDAD!!. Me entró tal desesperación que comencé a gritar. Silvia lo volvió a ver y también gritaba. Nadie entendía nada pero nos pedían que parasemos...la broma se estaba haciendo pesada. Nosotros insistíamos: "no es una broma. ¿Acáso no le veís?" Nadie le veía...había vuelto a desvanecerse.

Algunos fueron a mirar otra vez...¡nada! Seguimos allí pero yo ya no estaba nada agusto...de repente Raúl gritó un fuerte "Dios, ¿Qué es eso?" de una forma agónica, se levantó y empezó a correr hacía el pueblo...todos le imitamos. No tuve tiempo de girarme y mirar, pero sé lo que vio. Esa figura de mirada pálida penetrándote...

Nunca más volvimos allí...nadie de nosotros se ha atrevido nunca a comentarlo...pero estoy seguro que no somos los únicos que lo hemos visto. Ya sé porque mi padre me decía que no entraramos allí...y porque nunca me decía la razón. Él, al igual que yo, no quiere nombrarlo nunca más.