Solamente, tú

Tu pelo castaño claro tirando a rubio.
Esos rulitos que te caían a los lados.
Esos ojos marrones oscuros penetrantes.
Esos dientes, un poco mal colocados, pero tuyos.
Esos llantos al pedir comida de la mesa.
Las monerías que llegaste a hacer para que la gente te hiciera caso.
El maltrato que sufriste antes de llegar al hogar que te ha dado esa luz que muestran tus ojos.
Mas mal humor con el paso de los años.
Esos ladridos cuando alguien que no te cuadraba entraba por la puerta.
Esos lametones.
Tu cojín.
Tu estilo.
La melena que te he llegado a quitar con el cepillo.
Ese mal humor, pero a la vez esa simpatía.
Esas ganas de vivir hasta el último momento.
Tu forma de marcar donde estas tú.
Tus patitas cortas.
Tu rabito casi invisible.
Tu forma de saludar.
Todas esas cosas y más te caracterizan, por esas cosas y más has tenido toda una familia y amigos volcados en tu felicidad.
Siempre recordare esa melena que se quedaba pinchada en TODA la ropa.
Siempre recordare la alegría que mostrabas al ver gente "nueva".
Total, siempre te recordare.
¡Hasta siempre!
Te prometo que nos volveremos a ver, tarde o temprano nos encontraremos.
Tus horas se agotan. ¡VIVE!

Ya no estas en cuerpo a mi lado, pero si en alma.

Hoy he soñado contigo:
Entraba por la puerta mi casa, y ahí estabas tu siguiendo a mi madre, me ves y sonríes. Yo me asuste un poco, sabía que era imposible que estuvieras ahí pero... mis ojos no me engañaban, entonces entraba y saludaba.
-Hola mamá, Hola Viol, Hola... ¡ABUELO!.
Claro, la cara de mi hermana y mi madre fue un espectáculo, se miraron una a la otra y más tarde me miraron a mi.
Les explique que te veía, que estabas ahí, que eras tu, que mi mente me decía que estabas, no me estaba equivocando en absoluto, pero claro, no me creyeron.
Más tarde me tenía que ir a un concurso de mi instituto, y estaba ahí todos los del instituto, mis amigos, los que fueron mis amigos, desconocidos, caras conocidas, todos...
Se lo intente explicar a mi mejor amigo, que mi abuela me acompañaba desde esta mañana y que la podía ver, pero solo yo. A el todo esto le da mucho miedo, así que me creyó pero estuvo el resto del día un poco... asustadizo.
Yo, hablaba contigo, todo el rato. Nos reíamos a carcajada limpia, como antes. Me ibas a empezar a contar algo de tu casa (la de Madrid), pero justo mis ojos se despertaron. Me quede con la intriga por que lo que fui al baño y volví a la cama, y sorprendentemente continuaba con el mismo sueño, me decías que en esa casa hay muchas cosas que no conocemos, unas nos deberían dar miedo y otras indiferencia. También me contabas que estábamos buscando algo inesistente, y después sacabas el tema del 25 de Mayo del año pasado. Me decías que me habías visto llorar, que me intentabas abrazar pero que solo me rozabas. Oías las suplicas que realizaba cada noche y deseabas que se cumplieran.
Me constantes tantas cosas que ahora mismo no soy capaz de recordar todas. Pero se que en alguna parte de mi mente se han guardado, para siempre.
Gracias por dejarme soñar contigo y que no duela.
Hasta siempre.