6 / 04 / 2012

Se te ha hecho tarde en el trabajo, maldita la hora en que se te ocurrió dejar el coche precisamente hoy en el taller. Tendrás que pedir un taxi. En busca de una calle principal donde sea más fácil encontrar uno a estas horas de la noche, pasas por un oscuro callejón. Bong!, algo cae a tus espaldas. Notas como el miedo te embarga. Aceleras el paso. Bong! otra vez el mismo ruido. Ahora casi corres. Una sombra delante. Frenas. Te vuelves. Otra detrás. Una sombra más salida de quién sabe donde a tu derecha. No querían matarte, pero te violaron brutalmente tantas veces que tu cuerpo decidió dejar de sufrir...